tag:blogger.com,1999:blog-45668531003017064472024-03-21T21:16:43.606-07:00Proyecto de alguienDe pequeño conocí a un niño sin boca...Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.comBlogger46125tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-54731689979861301542011-03-24T01:23:00.001-07:002011-03-24T01:23:38.035-07:00La risaNi el ruido, supuestamente ensordecedor, del club, ni el gentío ni la bomba que desearías que estallara en este momento son capaces de eclipsar a ese OTRO sonido, si se le puede llamar así. La música y el jaleo etílico no te hacen olvidar que estás escuchando la risa más horrible del mundo. No tiene cadencia, ritmo, un tono humanamente soportable, una frecuencia sana… no tiene nada. Pero, ¿qué más da que la analices? No te ves capaz de seguir un discurso crítico decente. Sólo tienes la voluntad para recordarte que está muy feo pegar a una mujer.<br />Espera, ¿es una mujer o un hombre? No puedes diferenciarlo. Esa risa no tiene género ni número, ni edad ni procedencia. Es una risa eterna. Es la carcajada del mal. Te pierdes un segundo en el sabor amargo y delicioso de la cerveza que tragas, haciendo el mayor ruido posible con la glotis para darte un breve momento de paz, y acto seguido sacas el valor para mirar directamente al origen de las desgracias, el hambre y la guerra en el mundo. No ves nada, sólo unos dientes amenazadores, radiactivos, que aún siguen mostrándose por el chascarrillo que sueles decir en estos lugares. Dientes, dientes, dijo alguien…<br />Pero en ese acto de valentía alcoholizada, ves en el fondo un par de luces mirando en tu dirección. Son unos ojos que te comprenden, te dicen que sienten todo por lo que estás pasando y te invitan a huir con ellos a algún lugar lejano. A México, tal vez, como los delincuentes del cine americano. La risa se para, de repente:<br />- ¿Otra cerveza? – pregunta una voz que te cuesta creer que provoque ese horror capaz del milagro de que los sordos oigan.<br />Vuelves a mirar al fondo, a los ojos. Ya no están. Además, tu debilidad es la de no saber decir no. Otra vez será.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-86250799818935579532010-12-25T16:21:00.000-08:002010-12-25T16:22:41.836-08:00El vacíoEs un efecto muy curioso esto de la erosión.<br />Donde antes había una montaña,<br />ahora hay un vacío. <br />Y no hay nada más que decir.<br />Me ha dejado mudo, el vacío.<br />Me ha dejado seco, el vacío,<br />donde sólo se escucha el eco<br />de mi cabeza pensando en ti.<br /><br />Ahora toca llenar el hueco <br />de piedras pequeñas, piedras grandes,<br />alcohol y nicotina.<br />Y no hay más que hablar.<br />Me ha dejado mudo, el vacío.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-85262222859084069072010-11-16T13:41:00.000-08:002010-11-16T13:42:55.510-08:00¿Autorretrato?Manco.<br />Por no saber agarrar la oportunidad.<br />Ciego.<br />Por no ver –no querer ver- la verdad.<br />Tonto.<br />Porque sí, porque eres tonto.<br />Inútil. Idiota.<br />Eres un ser sin vocación.<br />Asesino.<br />Por matarte lentamente.<br />Hijo de puta.<br />Hijo de puta.<br />Hijo de puta.<br /><br />Bello y cruel es el espejo en el que te miras.<br />Joder, cómo te quiero.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-91087923441401071472010-10-10T14:59:00.000-07:002010-10-10T15:00:49.882-07:00Poema sin nombre IMi amor, ¿no lo ves?<br />Siempre has estado ahí, <br />primero en silencio, y<br />gritando después.<br />Desde un primer momento te quise<br />de formas inimaginables para mí.<br />Lo nuestro era insano, ruin, mezquino,<br />pero me diste luz. Un poquito de luz…<br /><br />Y ahora, ¿qué?<br />Mi amor, ¿no lo ves?<br /><br />…<br /><br />Te estás muriendo.<br /><br />Te creías eterna y así<br />te lo hicieron ver tus <br />infinitos amantes, pero…<br />¿qué te queda ahora?<br />Ni el Poeta, ni yo podemos salvarte.<br />Aferrada a la vida<br />nos suplicas la muerte a mí<br />y a los pocos que aún te necesitan.<br /><br />…<br /><br />Patético.<br /><br />Tal vez debas partir.<br />Ya te lloraremos los pocos perros<br />que te seguimos.<br />Ya aullaremos a la Luna<br />que nos enseñó a venerarte.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-7583934429757721262010-10-06T15:02:00.000-07:002010-10-06T15:13:25.827-07:00Paradise CircusMe muevo. Aún no ha empezado la música, pero empiezo a bailar. Siempre es la misma coreografía. Me acerco a la barra y cuando me agarro a ella una melodía horrible suena. Siempre he odiado esa canción, pero el trabajo apremia. Ahora comienza el verdadero espectáculo. Me muevo, ahora con más calma, al ritmo de la melodía horrible. Bailo con el erotismo que sólo la tristeza puede mostrar. Soy una bailarina triste, como se debe ser si quieres dinero. Para ganarse la vida con el baile erótico, no puedes ser feliz. Eso no pone cachondos a los hombres que vienen a vernos. Precisamente hoy hay un solo cliente. Nunca le he visto la cara, y a juzgar por el traje, debe ser un hombre de negocios. Me mira. Yo, no. Eso les gusta más. Lo sé, puedo leer la mente de ese hombre. Quiere un alma desvalida, que se arrastra de forma sensual por un puñado de billetes. Y eso le doy.<br />La melodía horrible acelera el ritmo, y yo me muevo con más energía. Paso de la tristeza pasiva a la rabieta. “¡No quiero ser bailarina de striptease! ¡Esto es denigrante!”, digo con mis caderas y mis pechos al descubierto. “Pobre chica”, piensa el empresario mientras me folla literalmente con los ojos, “¿Cómo ha acabado una muchacha tan mona en un sitio así?”. Y, con movimientos estudiados, le cuento una historia. MI historia inventada. La música va fundiéndose poco a poco con el aparente silencio de un club de striptease y, por primera vez, miro a mi cliente a los ojos. Le miro descaradamente. Y él, complacido, me pide con gestos que me acerque y me da un billete de 100.<br /><br />- El resto te lo doy luego – me susurra al oído.<br /><br />Hoy he tenido suerte.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-54396511474202741802010-08-25T15:24:00.000-07:002010-08-25T15:26:27.992-07:00El hombre que llamaba a Teresa, de Italo CalvinoBajé de la acera, di unos pasos hacia atrás mirando para arriba y, al llegar a la mitad de la calzada, me llevé las manos a la boca, como un megáfono, y grité hacia los últimos pisos del edificio:<br />- ¡Teresa!<br /><br />Mi sombra se espantó de la luna y se acurrucó entre mis pies.<br /><br />Pasó alguien. Yo llamé otra vez:<br /><br />- ¡Teresa!<br /><br />El hombre se acercó, dijo:<br /><br />- Si no grita más fuerte no le oirá. Probemos los dos. Cuento hasta tres, a la de tres atacamos juntos. - Y dijo -: Uno, dos, tres. - Y juntos gritamos -: ¡Tereeesaaa!<br /><br /><br />Continúa leyendo<br /><br />Pasó un grupo de amigos, que volvían del teatro o del café, y nos vieron llamando. Dijeron:<br /><br />- Ale, también nosotros ayudamos.<br /><br />Y también ellos se plantaron en mitad de la calle y el de antes decía uno, dos, tres y entonces todos en coro gritábamos:<br /><br />- ¡Tereeesaaa!<br /><br />Pasó alguien más y se nos unió, al cabo de un cuarto de hora nos habíamos reunido unos cuantos, casi unos veinte. Y de vez en cuando llegaba alguien nuevo.<br /><br />Ponernos de acuerdo para gritar bien, todos juntos, no fue fácil. Había siempre alguien que empezaba antes del tres o que tradaba demasiado, pero al final conseguíamos algo bien hecho. Convinimos en que <Te> debía decirse bajo y largo, <Re> agudo y largo, <Sa> bajo y breve. Salía muy bien. Y de vez en cuando alguna discusión porque alguien desentonaba.<br /><br />Ya empezábamos a estar bien coordinados cuando uno que, a juzgar por la voz, debía de tener la cara de pecas, preguntó:<br /><br />- Pero ¿está seguro de que está en casa?<br /><br />- Yo no - respondí.<br /><br />- Mal asunto - dijo otro -. ¿Se había olvidado la llave, verdad?<br /><br />- No es ese el caso - dije -, la llave la tengo.<br /><br />- Entonces - me preguntaron -, ¿por qué no sube?<br /><br />- Pero si yo no vivo aquí - contesté -. Vivo al otro lado de la ciudad.<br /><br />- Entonces, disculpe la curiosidad - dijo circunspecto el de la voz llena de pecas -, ¿quién vive aquí?<br /><br />- No sabría decirlo - dije.<br /><br />Alrededor hubo un cierto descontento.<br /><br />- ¿Se puede saber entonces -preguntó uno con la voz llena de dientes- por que llama a Teresa desde aquí abajo.<br /><br />- Si es por mí - respondí -, podemos gritar también con otro nombre, o en otro lugar. Para lo que cuesta.<br /><br />Los otros se quedaron un poco mortificados.<br /><br />- ¿Por casualidad no habrá querido gastarnos una broma? - preguntó el de las pecas, suspicaz.<br /><br />- ¿Y qué? - dije resentido y me volví hacia los otros buscando una garantía de mis intenciones.<br /><br />Los otros guardaron silencio, mostrando que no habían recogido la insinuación.<br /><br />Hubo un momento de malestar.<br /><br />- Veamos - dijo uno, conciliador -. Podemos llamar a Teresa una vez más y nos vamos a casa.<br /><br />Y una vez más fue el <Un, dos, tres>, pero no salió tanbien. Después nos separamos, unos se fueron por un lado, otros por el otro.<br /><br />Ya había doblado las esquina de la plaza, cuando me pareció escuchar una vez más una voz que gritaba:<br /><br />-¡Tee-reee-sa!<br /><br />Alguien seguía llamando, obstinado.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-59237768714940327942010-08-22T13:31:00.001-07:002010-08-22T13:31:49.709-07:00Bienvenido a casaMi café humeaba, dibujaba líneas incoherentes. De un lado a otro, girando sobre sí mismo. Junto a la taza de café se encontraba mi cuaderno, mirándome. Nada. No salía nada. Levanté la vista y ahí estaba Él. Estaba en una jaula gigante, tan alta como el techo de mi habitación. Mi miraba con cierta curiosidad y con descaro. <br />- ¿Cómo va? – me preguntó<br />- Mal, ¿no lo ves?<br />- Deja de ser tan borde conmigo.<br />No pretendía serlo. De verdad que no. Al fin y al cabo, Él ha sido un compañero fiel. Siempre ha estado ahí, a pesar de todo. Siempre estaba ahí, a pesar de ser Él quien provocaba todo lo malo. Al menos merecía un poco de respeto.<br />- Sácame de aquí.<br />- Sabes que no puedo – contesté- Sabes que no puedo.<br />- Pero quieres. Si no fuera así, yo no estaría en una jaula.<br />- Estarías muerto. Si de mí dependiera, estarías muerto.<br />Intentaba sonar amenazante, pero claro, Él me conoce muy bien y sabe que mi tono quebrado es una señal más que clara de que algo dentro de mí estaba pasando.<br />- No te quiero aquí – concluí<br />- Échame.<br />- ¡No puedo, Ares!<br />- ¿Porque aún me quieres? ¿Qué te queda sino mi amor? No eres consciente de lo que tienes. No quieres ver que este es tu estado natural.<br />- Quererte a ti significa odiarme a mí mismo. No voy a volver a mi estado natural porque ya no lo es. Ya no.<br />Ares paseaba por su jaula. Dos pasos a la izquierda, dos pasos a la derecha. Dos pasos a la izquierda, dos pasos a la derecha… Me miraba divertido. Sabía que disfrutaba con esto.<br />- Sácame de aquí – repitió – No será igual que antes, te lo prometo.<br />- Tú nunca prometes nada.<br />- Prometo esto.<br />Y lentamente, me levanté a por las llaves que tenía escondidas con la esperanza de olvidar dónde las dejé. No sería justo decir que no dudé. Pero… Él en sí mismo es una duda constante, lo consideré algo natural.<br />- Eres el culpable de todo lo malo que me ha sucedido, ¿lo sabes? – dije mientras abría la puerta – Eres dolor en estado puro.<br />- Lo sé, mi amor, lo sé.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-90818786511961553002010-05-19T13:48:00.000-07:002010-05-19T15:10:47.839-07:00PerdónEsto es una declaración, no de amor,<br />Sino de disculpas.<br />Te voy a pedir perdón por las veces<br />Que he dudado y dudaré.<br />Te voy a suplicar tu perdón por no<br />Cantar tus alabanzas todos<br />Los días, todos los minutos.<br /><br />Te pido perdón como aquél que<br />Te hace o puede hacerte daño.<br />Como el que se divierte jugando<br />Con la mente del que de verdad<br />Te quiere. Él te quiere, ¿lo sabes?<br />Toda mi dualidad, mi violencia<br />Lo siente.<br /><br />Porque si no eres lo mejor<br />Que me ha pasado en la vida,<br />Eres lo mejor que le ha pasado a<br />Esta ciudad vacía y ciega.<br /><br />Hoy soy yo, el otro yo, quien<br />Entrará en este cuerpo,<br />Cansado de ser huésped de<br />Tormentas sin lluvia.<br />O, tal vez, me conforme con<br />Recordar tu voz para,<br />Así, dormir en paz.<br /><br />De veras que lo siento.<br />Él te quiere. Te adora.<br />Cuida de él.<br />Yo me voy... Por ahora.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-39688076639896330562010-02-11T01:14:00.000-08:002010-02-11T01:14:00.518-08:00OjosTengo en mi cabeza dos preguntas.<br />Las llevo con vergüenza, dos <br />Interrogantes que ensombrecen mi cara,<br />Como dos largos minutos en una hora<br />Demasiado corta.<br /><br />Y tú, tú tienes dos respuestas.<br />Dos luces vivas, intermitentes y serenas.<br />No necesito más, no quisiera menos.<br /><br />Porque es mirarte y comprender<br />Que no podría requerir más.<br />Porque sólo fundiendo mis preguntas,<br />Tus preguntas, mis respuestas<br />Y tus respuestas…<br /><br />Sólo así soy feliz.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-89303511841212655182010-01-18T08:19:00.000-08:002010-12-25T16:28:46.816-08:00El hombre que frenaba el tiempoMe he dado cuenta de que el tiempo <br />va más lento desde que has aparecido.<br />Y eso debe ser bueno.<br /><br />Me he percatado de que sólo deseo<br />Entrar en el templo profano de tu cuerpo,<br />Para poder quererte sin prisas,<br />Sin más preocupación que saborear<br />El maná de tus labios, lengua y paladar.<br /><br />Todo es raro, y nada lo es.<br />Debe ser que te quiero, o que mi<br />Sitio estaba en el limbo del tiempo congelado.<br /><br />No es la hora en la que no soy nadie,<br />Ahora lo soy todo, y todo es mío.<br />Ya no estoy en el silencio mirando a la nada<br />Desde la casa del poeta. Me he despojado<br />De mi yo. O al menos me he olvidado de él.<br /><br />Me he dado cuenta de que el tiempo<br />Va más lento desde que has aparecido.<br />Y eso debe ser bueno.<br /><br />Debe ser bueno…<br />Supongo, espero, deseo, muero por que sea bueno.<br />Eres el hombre que frena el tiempo.<br />Eres el hombre que frena el tiempo…<br />Eres el hombre que quiero.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-73007460313826308482009-11-02T10:31:00.000-08:002009-11-02T10:34:25.240-08:00Después de meses....Fue una mañana de otoño. Una mañana tan típica como cualquier otra. Las calles del pequeño pueblo de ¿? olían a castañas asadas, las madres empezaban a obligar a sus hijos a llevar la cazadora para ir al colegio y el grajo volaba cada vez más y más bajo. Tal vez fuera por esa misma razón. Quizás el frío congeló los cerebros de los habitantes de ¿?, pero no es menester el aventurarse en hipótesis. Lo importante es lo ocurrido. Mi misión como narrador es contar este curioso hecho.<br />Fue una mañana de otoño cuando todo el pueblo de ¿? se enamoró simultánea y perdidamente de la joven Begoña.<br />Todos, sin excepción: desde el panadero hasta el mismísimo alcalde; mujeres, hombres, adultos y niños; entre ellos había gente que ni siquiera conocía a la joven, pero alguna fuerza los empujó a perder la cabeza por ella. No hubo persona en ¿? que se despertara esa mañana y no dedicara su primer pensamiento. Obviamente, a algunos les resultó muy extraño, sobre todo a aquellas que no sabían de la existencia de Begoña, pero no quisieron prestar mucha atención. Aunque, como ya sabemos, el amor es un insecto bastante molesto a veces, y la sombra de la muchacha no abandonó a nadie. Y así pasó el primer día de aquel anecdótico caso.<br />Al primer día le siguió el segundo, y el tercero… y así pasó una semana. Muy poca gente se atrevió a hacer público sus sentimientos, sólo algún caso aislado sin mucha importancia. La calle donde vivía Begoña se volvió un poco más concurrida y ruidosa. Parecía que a mucha gente le venía de paso, a pesar de que Begoña vivía casi en las afueras del pueblo. Tras la primera semana, las sospechas empezaron a aumentar, especialmente en Jacinta, la pescadera, cuyo establecimiento estaba cerca de la casa de Begoña:<br />- Los jueves. Todos los jueves me encuentro esto lleno o muy lleno. Y damos a basto porque no te creas que todos compran, no. Solo vienen a ver o yo qué sé, a esperar. Pero vienen también las que ya no venían, vienen los que no frecuentan ya.<br />- ¿Y eso? – le decían las vecinas que casualmente iban a verla. <br />- Dímelo tú. O mejor... no me lo digas porque lo sé. Es porque viene la guapa. Pongo la mano en el fuego y la vuelvo fría.<br />- Begoña.<br />- Hablamos la misma palabra. La Begoña me los vuelve locos. He visto gente desde muy temprano esperando nada en la puerta, sólo para ver si ha venido ella. Sé que la esperan a ella. Esperan a que venga la guapa, entonces entran, compran nada y se van. Les gusta ver cómo manosea el pescado, con esas manos finas que tiene.<br />- ¿Lo toca?<br />- Le dejo porque tiene la mano fina. Es buena, y es limpia. Nadie se queja de que lo toque. Y voy a seguir: el pescado que ella toca lo compra la de al lado.<br />- Sí, se le ve limpia… y muy guapa. Anda, dame unos lenguaditos de ahí.<br /><br />No tardaron mucho los habitantes de ¿? en darse cuenta de lo que ocurría. Todas las conversaciones en el mercado, las peñas de fútbol y en el colegio trataban de lo mismo, y los pueblerinos encontraron un tema en común. Este curioso hecho se llevó a debate en una reunión extraordinaria en el ayuntamiento, pero la ceguera provocada por el amor hacia Begoña llevó a que se aprobara el levantamiento de una estatua de la joven en la plaza del pueblo. Gregorio, un vecino que había estudiado en talleres imagineros de la capital, se ofreció a esculpir en madera una imagen. Cuando terminó, colocaron la escultura en el lugar acordado. Muchos criticaron al imaginero aquel día:<br />- Míralo, el artista de la capital. Tanto tiempo allí sólo ha hecho que su único talento sea hacer vírgenes.<br />Cierto era que la escultura se parecía sospechosamente a las dolorosas de Semana Santa, pero eso no impidió que al día siguiente tuvieran que cercar la figura de madera, ya que amaneció manchada tras el asalto de algún amante desesperado.<br /><br />La situación empezó a adquirir toques algo más preocupantes cuando aparecieron los celos. Las peleas se hicieron cada día más comunes entre los vecinos por ver quién era el más adecuado para Begoña, la cual, por cierto, se había encerrado en su casa. Eso entristeció a todos y a algunos los llevó a la desesperación. Una mañana, tres hombres y una mujer acabaron con su vida, cada uno a su manera, pero todos dejaron la misma nota de suicidio: “Amo a Begoña” (curioso es también el hecho de que uno de ellos escribiera el nombre de su amada con v).<br />A los vecinos esta situación les preocupaba más a medida que pasaba el tiempo. Ya podían escucharse en las calles las acusaciones de brujería, acusaciones que tomaron fuerza al saberse que entre los afectados había gente que ni siquiera era del pueblo, si no que pasaban por el pueblo con destino, posiblemente, al pueblo vecino o a cualquier otro lugar.<br />Habían pasado 4 meses ya, y los problemas entre los habitantes de ¿? crecían. Un día se organizó una reunión espontánea en el recinto ferial para intentar poner algo de orden en el pueblo. Los habitantes se dividieron en dos grupos claramente diferenciados: los que seguían idolatrando a Begoña por encima de todo y los que, a pesar de ello, sólo deseaban que ese “hechizo” terminara.<br />- ¡Hay que acabar con esto de una vez! – gritaban unos<br />- ¡La Begoña es lo mejor que le ha pasado a este pueblo! – clamaban otros<br />El ambiente se caldeó de tal manera, que los que odiaban su amor por Begoña se dirigieron como una jauría a asaltar la casa de la muchacha. No tardaron en ser bloqueados por el otro grupo a pocas calles de su destino. Y ahí, en ese lugar y en ese momento, se organizó una auténtica batalla campal. Puñetazos, patadas, bastonazos, mordiscos y tirones de pelo por todas partes. Los hijos pegaban a sus padres, los matrimonios se daban estopa entre ellos con saña. La sangre corrió por las calles de ¿?, y todo por amor. Nadie en el pueblo se preocupó más que por sus propios sentimientos, de forma egoísta. Actuaron como animales: torpes, irracionales y de forma pasional. Actuaron como enamorados.<br />Tras el incidente, la misma Begoña dejó el pueblo. Cogió sus cosas y se largó sin decir nada a nadie. Algunos vecinos creen haberla visto, llevando consigo nada más que una humilde maleta, un discreto vestido y un pañuelo colocado sobre la cabeza, pero fue vista en diferentes sitios a horas casi idénticas. Al principio, todo el pueblo se sumió en una tristeza colectiva. Incluso estuvieron a punto de convocar tres días de luto oficial, como si la pérdida de Begoña fuera eterna, pero hicieron un esfuerzo por pensar con racionalidad.<br />Lo más extraño es que, pasados unos días, el pueblo pareció olvidarse de todo. Recordaban todo lo ocurrido, pero aquel sentimiento que empujó a todo el mundo a dejarse llevar por el amor se había desvanecido de sus corazones. Cada uno siguió con su vida: el panadero se levantaba todos los días antes que nadie para preparar el pan de cada día; el alcalde seguía prevaricando y siendo un buen corrupto; Jacinta vendía su pescado (aunque menos que durante el tiempo que todos amaban a Begoña) y Gregorio esculpía y restauraba figuras de vírgenes, cristos y santos. Tan repentino como apareció, el amor se fue, dejando sólo una pequeña huella en forma de recuerdo borroso.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />[GRACIAS A KARIM POR ESCRIBIRME LA CONVERSACIÓN ENTRE JACINTA Y LA VECINA. ES EL MÁS GRANDE CON LOS DIÁLOGOS DE MARUJAS!!! :D]Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-8891151439448104462009-09-03T11:55:00.000-07:002009-09-03T12:00:24.727-07:00Maga - DiecinueveQuiero subir esta canción básicamente porque su letra me parece preciosa. Además, Maga es un grupo que viene bien escuchar de vez en cuando.<br /><br />Con viento del este hiciste una cama,<br />soplaste sobre ella para templarla.<br />Y con el murmullo de tu voz de agua<br />me cantabas nanas sin letra.<br />Y dormíamos tan juntos<br />que amanecíamos siameses,<br />y medíamos el tiempo en latidos.<br />Y en tus dedos yo tocaba mis canciones,<br />dedos de teclas de celesta.<br />Y tu pulso tamborileaba en mis sienes y muñecas<br />como diminutas patas de ciempiés.<br />Y nos repartíamos los labios y los dientes y el hipo,<br />y del alfabeto, las impares.<br />Y en tus dedos yo tocaba mis canciones,<br />dedos de teclas de celesta.<br /><br /><object width="353" height="132"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=53c17fb" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object>Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-84012595002658763592009-08-31T13:52:00.000-07:002009-08-31T13:53:17.615-07:00NocheEs la hora en la que las calles están mojadas.<br />Cuando las brujas duermen,<br />Extasiadas tras la orgía.<br />En la hora en la que no eres nadie<br />Yo deambulo solo, indefenso, borracho, confuso…<br /><br />Es la hora de los amantes y del beso,<br />Aunque yo no he besado a nadie.<br />Es tiempo de romance. Pero el amor<br />No presta atención a quien vaga solo.<br />En realidad no presta atención a nadie.<br /><br />Si no me quieren acompañar las sombras<br />De la noche, ¿lo harás tú, dualidad?<br />Camina conmigo, dualidad.<br />Escúchame, dualidad.<br />Quiéreme.<br /><br />Es la hora en la que no eres nadie.<br />Cuando la casa del poeta se calla.<br />Cuando el ruido duerme y el silencio<br />Ronda tu ventana.<br />No le hagas esperar, invítale a entrar.<br /><br />Pues en el silencio estoy yo,<br />Y en el silencio te querré.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-78934373062316455752009-08-12T01:19:00.000-07:002009-08-12T01:22:57.840-07:00Pequeñas píldoras (III)Si no sabes qué coño escribir, excúsate con una Pequeña Píldora sin venir a cuento.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-34772727824594429862009-08-05T15:52:00.000-07:002009-08-05T15:56:09.400-07:00Saint Lazare<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq2Uhl9Z7sXq8Dt6A2bw-SLvV48J1Wxwgt0FWyvGzOCNVvIt8XlOs0eEQHs1ntGwBFqxMpkeRWIQFym2CCYOCk69-0h4IHcUvegJgRXq7ayR8gIJwkzuodXC9b6QxajkwmVwLX-yErnfg/s1600-h/MWM07024.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 260px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq2Uhl9Z7sXq8Dt6A2bw-SLvV48J1Wxwgt0FWyvGzOCNVvIt8XlOs0eEQHs1ntGwBFqxMpkeRWIQFym2CCYOCk69-0h4IHcUvegJgRXq7ayR8gIJwkzuodXC9b6QxajkwmVwLX-yErnfg/s320/MWM07024.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5366617298538706946" /></a><br />Aquel día la estación de Saint-Lazare estaba especialmente bulliciosa. El humo de las locomotoras subía hasta el techo de cristal y metal oscuro, a forma de inmensas nubes blancas que se han colado en el edificio. En el andén había muchas personas: algunas se saludaban con gran alegría, abrazándose y gritando de felicidad; otras se despedían con un ligero apretón de manos o un beso disimulado. Había una madre que lloraba desconsolada por ver como su hijo pequeño se marchaba de París para combatir en una guerra que no pintaba nada bien para el bando francés. No sabían cuándo se volverían a ver, ni siquiera si aquello iba a suceder realmente.<br />Y en una de los delgados pilares metálicos de la estación estaban dos jóvenes de pie, sin hablar. Gustave miraba a Charles y suspiraba; Charles hacía lo mismo, suspirando a la par que su acompañante.<br />- No te vayas – pidió Charles por última vez.<br />- No voy a volver a responder eso – replicó el otro mientras se encendía un cigarrillo – Tengo que irme al pueblo. Llevo demasiado tiempo en París.<br />- Nadie te espera en el pueblo, Gustave.<br />- ¡Eres tan terco!<br />- Es parte de mi encanto.<br />Los dos sonrieron sin ganas, sin mostrar los dientes. Charles fue el primero en dejar de sonreír. Recordaba aquella noche, la única noche en la que se atrevieron a quererse. Charles reacordaba la única luz de aquella habitación, una vela casi sin lumbre, la suficiente para poder intuirse con la mirada. Podía sentir de nuevo el frío de la noche diluido en absenta y desinhibición, que dejó paso al calor sin preguntar. No se pararon a pensar en lo que hacían, no importaba que estuviera prohibido. Sobre todo, no importaba que a Charles le esperara su mujer embarazada (sin haberla tocado él… un milagro médico), aunque el no confiara del todo en que fuera así. Finalmente volvió a sentir el aliento de Gustave en su rostro. Era demasiado.<br />- Vale, vete – concluyó – Sólo quiero que me digas si te importó.<br />- ¿El qué?<br />Charles se quedó en silencio ya que se había acercado un señor vestido como un burgués, luciendo un bigote poblado y un traje impecable. Gustave esperó paciente a que el señor se marchara a pesar de imaginarse qué le estaba pidiendo aquél joven de ojos grises. Charles había cambiado mucho desde aquella noche, demasiado. Se le veía… ilusionado. Antes Gustave notaba que su amigo llevaba una vida insulsa, tenía una mujer que no le quería y le era infiel, a pesar de que eso a Charles le importaba más bien poco; trabajaba en el negocio familiar, una zapatería muy pequeña con clientes contados, un trabajo que le ahogaba, por el que no sentía alguna pasión. Gustave era el único que conocía el amor que sentía Charles por la poesía. Al ser Gustave de familia algo más acomodada, con propiedades en el campo, podía comprarle a su amigo revistas literarias que Charles escondía celosamente. Su mujer era el tipo de persona que pensaba que la poesía era de bohemios que no quieren mover un dedo. La presión de su mujer era suficiente para que Charles dejara la escritura aparcada. Aunque, más que la prohibición, era la falta de ganas de escribir. Charles no encontraba a su musa en su casa.<br />- He vuelto a escribir poemas – dijo Charles tímidamente una vez que el señor burgués se alejó.<br />- ¿Ah, sí? – Gustave no sabía dónde meterse – Creía que no te quedaban fuerzas ni inspiración para escribir más.<br />- No lo entiendes.<br />- ¿Qué hay que entender?<br />- Son poemas sobre ti, sobre mí, sobre los dos…<br />Gustave no supo que decir. Finalmente, Charles volvió a preguntar:<br />- Gustave, ¿te importó?<br />Justo en ese instante, una gran y espesa nube de humo blanco flotó perezosamente hacia la fina columna metálica. El tren silbó furiosamente. Ya era la hora de irse. El humo tapó momentáneamente a Charles y Gustave, momento que éste último, en un arrebato, se lanzó en brazos de Charles y le besó. Fue un beso corto, tímido y sin respuesta, ya que pilló a Charles completamente desprevenido. Fue un beso que resumía aquella noche, un beso recordatorio y un beso de conclusión. Charles supo que no tenía oportunidad de devolverle el beso, la nube ya les había abandonado y estaban a descubierto, pero el beso que Gustave le dio era la respuesta que necesitaba.<br />- Te escribiré una carta cuando nazca el bebé – dijo Charles – Y te mandaré junto a ella los poemas, si quieres.<br />- Por favor – contestó Gustave con una sonrisa.<br />El tren volvió a silbar.<br />- ¿Tienes que irte?<br />La mirada de Gustave sirvió para responder a Charles. Se iba, no había vuelta atrás. Era imposible que, en el caso de que se quedara, aquello saliera bien. París nunca sería la ciudad del amor para ellos.<br /><br />Cuando Gustave subió al tren y se volvió a despedir por la ventana, le pidió a su amigo que no dejara de escribir y que lo visitara pronto. Charles no supo con certeza si podría hacer las dos cosas. No pudo prometerle nada, y se odió un poco a sí mismo cuando el tren se alejó y con él, su única fuente de inspiración. Hubo algo que no le dijo: los últimos poemas no eran los únicos que había escrito para él. Es más, toda palabra que Charles escribía, la plasmaba pensando en Gustave.<br />Charles se dio la vuelta y empezó a caminar por las calles de París hasta llegar a su casa. Su mujer no estaba dentro, algo común. No la echó de menos, simplemente se sentó en su escritorio de madera vieja, sacó las revistas literarias que Gustave le había regalado a medida que pasaba el tiempo y se dedicó a leer durante toda la tarde, pensando en Gustave. Y esperaba con cierto desanimo que Gustave también pensara en él.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-46675802674515442282009-07-16T07:23:00.001-07:002009-07-16T07:23:59.612-07:00Pensamientos optimistasCuando lo primero que haces al despertar es ponerte a pensar... Pero no pensar como acción propia de todo ser humano (bueno, de algunos no), si no en PENSAR, meditar, analizar aquella motita de polvo que flota frente a ti. Cuando lo primero que haces al despertar es pensar, por mucho que te esfuereces no harás otra cosa. Como cuando se te queda pegada la canción más horrible que hayas escuchado en la vida. Intentas parar, no pensar en la motita de polvo, que ves como se va haciendo preocupantemente más grande. Cuando lo primero que haces al despertar es ponerte a pensar, el universo conspira para que todo lo que ocurra en el día sea acerca de la no tan pequeña mota de polvo. Da igual lo rápido que corras, lo bien que te escondas, porque te acabará encontrando.Cuando lo primero que haces al despertar es ponerte a pensar, la mota de polvo acaba convirtiéndose, al acabar el día, en mierda. TU mierda.Y entonces, cuando descubres que la motita de polvo se ha convertido en mierda, solo eres capaz de pensar: "Necesito un buen polvo o una buena hostia". Y finalmente decides que no puedes estar muy bien de ahí arriba.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-61336857652377465032009-07-13T17:45:00.000-07:002009-07-13T17:48:18.714-07:00SoledadesNada. Nadie. Todo.<br />Tú y yo estamos solos,<br />escribiendo esta oda a la soledad.<br />Yo, que nunca estoy solo,<br />que siempre estoy acompañado por ti,<br />me atrevo a hablar de soledad.<br /><br />Un único soldado en batalla singular<br />que sobrevive a relámpagos de<br />personalidad.<br />La mujer paciente en el balcón.<br />Penélope esperando a su Ulises.<br />Soledades varias.<br /><br />Son ganas de echar sal, pero me atrevo.<br />Me lleno de valor y escribo lo que siento,<br />lo que sientes. Lo que sentimos.<br />No soy el hombre más solitario,<br />pero así me gusta aparentarlo.<br />La soledad es mi único disfraz.<br /><br />Jugaremos tú y yo, dualidad,<br />a un juego llamado Soledad.<br />Tierras yermas que se acompañan las unas a las otras.<br />Antiguas musas de antiguos poetas<br />que querían conocer lo mismo que yo:<br />La auténtica soledad.<br /><br />Pero no hay mayor soledad<br />que la del suspiro de un hombre acompañado…Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-45009768212472547682009-07-03T05:00:00.000-07:002009-07-03T05:06:34.446-07:00GregueríasLas greguerías son textos breves o aforismos, generalmente de una sola frase, que expresan, de forma aguda y original, pensamientos filosóficos, humorísticos, pragmáticos, líricos, etc. Se considera un género inventado por Ramón Gómez de la Serna, el cual, por cierto, se supone que hoy cumple años. Si no fuera porque ya está criando malvas...<br /><br /><em>Intenté suicidarme, y casi me mato</em><br /><em></em><br /><em>La Zeta es un siete que oye misa</em><br /><em></em><br /><em>Lor tornillos son clavos peinados con raya en medio</em><br /><em></em><br /><em>El hielo se derrite porque llora de frío</em><br /><em></em><br /><em></em><br />Son sólo unos ejemplos de las miles de Greguerías que escribió este hombre. Ah, bendito Google...Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-8572262387470913032009-06-21T06:53:00.000-07:002009-06-21T06:54:09.138-07:00Pregunta retórica¿Amor?<br />¿Qué coño es el amor?<br />En serio,<br />¿qué coño es el amor?Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-21704403457601501572009-06-19T15:05:00.000-07:002009-06-19T15:12:27.988-07:00Mi primer poema<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKyJWB0hBDKwsZ7Twe9TvoiYD5-IrVhzw_2_KPsYRbxqAgh9D7L2PSs8wHI4TSqNCWe69m2ypVhQJDLuMVt-_t_ETyCCfDSRJgwZV8DigMWWcYwv-Ajl-L5bp5wVUWZXS7gY2FC8fPD3c/s1600-h/20070326232253-libelulas1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5349165011080213506" style="WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 222px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKyJWB0hBDKwsZ7Twe9TvoiYD5-IrVhzw_2_KPsYRbxqAgh9D7L2PSs8wHI4TSqNCWe69m2ypVhQJDLuMVt-_t_ETyCCfDSRJgwZV8DigMWWcYwv-Ajl-L5bp5wVUWZXS7gY2FC8fPD3c/s320/20070326232253-libelulas1.jpg" border="0" /></a><br /><div> </div><div> </div><div>¿Qué esperar de un ejército de libélulas cobardes?<br />¿Qué desear, qué dar a ver?<br />Siendo un capitán de la Armada del Alarde,<br />Poco o nada queda por hacer,<br />Excepto sentarte y preguntar al cielo:<br /><br />¿Qué es lo que quieres?<br />En la vida, fugazmente larga;<br />En el amor, insecto inútil de quienes<br />Necesitan inútil carga.<br />Pero más que el odio es el anhelo.<br /><br />¿Qué esperar de un ejército de libélulas cobardes,<br />Cuando prometen el cielo?<br />Tal vez ya sea demasiado tarde<br />Para ver como el viento sopla<br />Celoso de no poder tocar tu pelo.<br /><br />¿Debo cerrarme al amor?<br />¿Es mejor que me calle?<br />¿Es correcto cantar solo?<br />¿Está bien que mis poemas no sean para nadie?<br />Más que el odio es el anhelo.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><em>[Éste es el primer poema que me atreví a escribir, pero ha sido hoy, casi un año después, cuando lo he terminado. Por eso supongo que puedo guardarle algo de cariño. El Ejército de Libélulas Cobardes ha sido una constante en mi vida y no podía ignorar a esos pequeños insectos que hacen la vida amargamente dulce.]</em></div>Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-28115918986222140702009-06-06T14:36:00.000-07:002009-06-06T14:37:54.400-07:00ViolenciaViolencia.<br />Poesía es violencia. Es el deseo<br />De morir, deseo de matar.<br />La violencia fácil, con dientes y garras.<br />Violencia es paz.<br /><br />La poesía es la lucha conmigo mismo.<br />Mi dualidad enfrentada en harakiri.<br />No sé quien ganará, yo solo leo<br />Lo que surge. Mi alma partida<br />Es poesía.<br /><br />He entrado en trance<br />De letras y acentos.<br />Me convierto en katana sin<br />Saber mi cometido.<br />Estoy jugando con fuego.<br /><br />Bebo de mi cerebro, sangre<br />Convertida en palabra y pasada a<br />Papel. Ni yo mismo me entiendo<br />¿Para qué?<br />La poesía es solo eso, violencia.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-24583791157828360992009-05-25T03:12:00.000-07:002009-05-25T03:13:10.615-07:00Un niño sin bocaDe pequeño conocí a un niño sin boca,<br />De ojos secos, mano temblorosa.<br />Un niño que se esconde en letras.<br />Conocí a un niño añil, un crío<br />Que era objeto y fusil. Un arma sin devoción.<br /><br />El pobre no tenía labios, no tenía dientes.<br />Conoce el mundo a través de la franqueza<br />De un silencio. No se le escucha.<br />Tal vez no quería ser oído. No se le siente.<br /><br />Conocí de pequeño a un niño<br />Que no hablaba con los ojos. Sus pupilas<br />Eran sequías. Sus manos eran<br />Las que, por sus ojos, lloraban tinta.<br /><br />De pequeño conocí a un niño sin boca,<br />Tímido y esquivo, tras símbolos que forman su nombre.<br />Ellas le protegen, le cubren como<br />Una crisálida. Y él no quiere salir.<br /><br />Disimulado, silencioso, frágil.<br />Sigiloso asesino, amante callado.<br />El niño vestía de azul. No quería ser visto.<br />Lo vi escribiendo un poema.<br /><br />Aquél poema contaba lo triste<br />Que le resulta hacer daño, pero es<br />Lo que mejor sabe hacer. Por ello prefiere<br />Arañar sus propios versos contra él.<br /><br />De pequeño conocí a un niño sin boca<br />Del que me enamoré. Y lo amé.<br />Y sentí la necesidad de hacerle gritar,<br />De ser su inspiración. Y lo fui.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-70028253548802871042009-05-22T16:42:00.000-07:002009-05-22T16:58:06.639-07:00NanasLas notas y los silencios son el pasaporte.<br />Acorde al compás sigue el cierre<br />de mis ojos. Un, dos, tres. Un, dos, tres…<br />Músculos tensos ya calmados,<br />nervios que desaparecen con suspiros.<br />Vuelvo a necesitar nanas<br />para dormir.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-53399515058889017232009-05-21T14:23:00.001-07:002009-05-21T14:23:29.127-07:00Pequeñas píldoras (II)Asústate cuando las canciones de amor tengan sentido.Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4566853100301706447.post-52672487378035040772009-05-17T13:05:00.000-07:002009-05-17T13:12:12.618-07:00<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqEFVaKcjHvx4F9FcIlWqggMBOVcXlRCAgTxRMHIYXpW2-szwur0UU1asor23i1MG-lveEw1RyL1Q2f2Xh-DZIlcfgYpPimbw1MU0wjkAtUsi4tw5dnPHayjoCedk8v46ARkBywO1c42M/s1600-h/yjhgjhdfhj.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5336887239776125394" style="WIDTH: 256px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqEFVaKcjHvx4F9FcIlWqggMBOVcXlRCAgTxRMHIYXpW2-szwur0UU1asor23i1MG-lveEw1RyL1Q2f2Xh-DZIlcfgYpPimbw1MU0wjkAtUsi4tw5dnPHayjoCedk8v46ARkBywO1c42M/s320/yjhgjhdfhj.bmp" border="0" /></a><br /><p>La luz de un cigarro te delata<br />entre la oscuridad en la que nadas.<br />Te has puesto guapa, tu uniforme<br />es una sonrisa y tus tacones.<br />La falda corta y la moral alta.<br />Eres puta,<br />y tu coño lo disfruta.<br /><br />Te olvidas del amor esta noche.<br />En realidad no lo ves en todo el día.<br />No conoces los insectos, solo un broche<br />con forma de libélula a modo de recuerdo.<br />¿Qué más dará? No hay tiempo.<br />Galleguiña de ojos de espejo, das<br />algo que no has conocido.<br /><br />Galleguiña de corazón virgen,<br />noche tras noche trabajas<br />siendo feliz con lo que haces.</p><br /><p></p><br /><p></p><br /><p><em>Realmente espero no ofender a nadie por utilizar el término "galleguiña". No tengo nada en contra de Galicia ni de sus habitantes. Resulta que antiguamente a las prostitutas se las llamaba "gallega" porque muchas venían del norte, un caso casi calcado de lo que sucede hoy en Argentina y los emigrantes españoles. De veras que no tengo ánimo de ofender a nadie, ni pienso que todas las gallegas con mujeres de vida alegre (y si lo son, olé su coño...).</em></p>Eduardohttp://www.blogger.com/profile/00064853450604553932noreply@blogger.com2