lunes, 31 de agosto de 2009

Noche

Es la hora en la que las calles están mojadas.
Cuando las brujas duermen,
Extasiadas tras la orgía.
En la hora en la que no eres nadie
Yo deambulo solo, indefenso, borracho, confuso…

Es la hora de los amantes y del beso,
Aunque yo no he besado a nadie.
Es tiempo de romance. Pero el amor
No presta atención a quien vaga solo.
En realidad no presta atención a nadie.

Si no me quieren acompañar las sombras
De la noche, ¿lo harás tú, dualidad?
Camina conmigo, dualidad.
Escúchame, dualidad.
Quiéreme.

Es la hora en la que no eres nadie.
Cuando la casa del poeta se calla.
Cuando el ruido duerme y el silencio
Ronda tu ventana.
No le hagas esperar, invítale a entrar.

Pues en el silencio estoy yo,
Y en el silencio te querré.

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