martes, 21 de abril de 2009

Recurso utilizado cuando no sé qué subir (Parte III)


Dulce. Las fresas y la nata. El vino y su correspondiente brindis. Comerte a besos y morderte. El tenerte cerca, para mí solo, para nadie más. Agarrarte la cabeza con suavidad, pero firme. El placer de empezar con el postre. Los entrantes están servidos.
Salado. Las almendras. Me dejo llevar por ti sin dejar de disfrutarte, de saborearte. Nuestras bocas se han juntado y parecen no querer separarse. Hemos gustado el primer plato.
Ácida y picante se ha vuelto la noche. Amarga será la despedida. Pero no pensamos en ello. Sólo descubrimos sorprendidos que nos hemos vuelto el plato favorito del otro durante un tiempo. Y, sin remordimientos, cometemos el pecado de la gula junto a la lujuria. Nos vamos ganando un billete de ida al infierno. Pero el infierno puede esperar, aún nos queda mucho por comer.

1 comentarios:

Mayo-13 dijo...

El beso... Ella esquiva pero desea, él no se lo piensa.

Klimt era un artista.

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