Una mirada, una mera sonrisa o cualquier otro detalle efímero son suficientes para creértelo. Clamas tus sentimientos al aire con un grito escrito en mayúsculas. Llevas Amor como nombre de pila y una fecha como apellido. Nadie quiere en este mundo ni en los otros como lo haces tú (Qué sabrán los otros del amor). Quieres a todas horas, amas todos los días. Marcas árboles, bancos y paredes con tu querer. Todo en sólo 6 días. Pero al séptimo día todo acabó.
No has tardado en curarte gracias a otra mirada, otra sonrisa y otro detalle. ¿Antes estabas enamorado? ¡Ni punto de comparación! Esto es mucho más fuerte. Una sensación de cosquilleo te muerde el cuerpo. ¡Esto merece ser anunciado! Las letras no son lo suficientemente grandes ni el sonido del teclado lo suficientemente fuerte. ¡Cuánto amor cabe en ti! Lleno otra vez tan sólo en 3 días. Pero no duró mucho más.
La honda tristeza en la que te sumergiste era un simple charquito. Ese cosquilleo no serían más que gases. Ahora sí que sí, lo has encontrado de verdad. El amor ha llamado a tu puerta. Una bolsa incendiaria te ha dejado, pero te enamoras de esa bolsa. ¡Alma cándida! La quieres con fuerzas triplicadas que la vez anterior, y de la primera, ¿quién se acuerda? Solo esperas que, esta vez, dure lo suficiente como para que merezca la pena decir “Te quiero”.
domingo, 26 de abril de 2009
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3 comentarios:
ainss los "te quiero" hay que tomárselos más enserio... pero supongo que en las primeras relaciones cuesta bastante
lo encontrarás, seguro.
Y si lo tienes, disfrútalo.
^^
No había leído esto antes, pero me guzta. Tal y como yo lo entiendo, tienes toda la razón. Pero a saber si tú lo entiendes como lo entiendo yo... probablemente no.
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